El ajo y la cebolla son dos condimentos esenciales en la cocina. Se utilizan como ingredientes para condimentar el sabor de los distintos platos. Sin embargo, aunque aportan un sabor específico a tus preparaciones, tienen un gran inconveniente. Después de manipularlos, estos dos ingredientes dejan un olor insoportable en los dedos.
Y si no te deshaces de él a tiempo, el olor puede perdurar durante días. Pero tranquilo, este pequeño inconveniente puede desaparecer gracias a unos cuantos consejos imprescindibles. Lo único que tienes que hacer es elegir la solución que más te convenga.
Utiliza un utensilio de cocina de acero inoxidable para frotarte los dedos
Para neutralizar los malos olores de los dedos, el truco más sencillo es frotarlos con fuerza con un utensilio de cocina de acero inoxidable, como una cuchara, por ejemplo, mientras los pasas por agua. El acero inoxidable es un material que atrae y elimina los malos olores gracias a una reacción química llamada oxidación-reducción.
Utilizar posos de café o bicarbonato sódico
Si quieres eliminar de forma natural los olores desagradables que se adhieren a tus dedos por el ajo o la cebolla, confía en la eficacia del bicarbonato sódico. Para ello, pon una cucharadita de bicarbonato en las manos y frota una contra otra enérgicamente. Realiza el mismo proceso con café molido. Estos dos productos tienen una acción exfoliante que neutraliza los olores en un abrir y cerrar de ojos.
Coge la pasta de dientes
Si la pasta de dientes cuida de tus dientes a diario, esta vez vamos a usarla en tus manos. Aunque pueda parecer sorprendente, es un producto extraordinariamente eficaz para deshacerte de los olores indeseados que quedan en tus dedos. Para ello, ponte un poco de pasta de dientes en las manos, frótalas y luego acláralas con agua corriente.
Esta técnica no sólo elimina los olores intensos de la cebolla y el ajo, sino también los del pescado y el marisco. Sin embargo, no utilices pasta de dientes con demasiada regularidad para no dañar tu piel. La pasta de dientes contiene sustancias irritantes que pueden provocar rojeces.
Extraer el zumo de limón
El mal olor de tus manos desaparecerá como por arte de magia si utilizas zumo de limón. Para ello, exprime un limón para extraer su zumo. Ponlo en un cuenco pequeño y empapa tus dedos en él durante 2 minutos. A continuación, acláralos con agua fría. También puedes utilizar pulpa de naranja en lugar de zumo de limón.