Este método lo usaba ya mi bisabuelo. ¡Consigo plántulas de calidad y fuertes gracias a este “doping”!

Hermosas, fuertes y de calidad: esas son las plántulas por las que todos los jardineros se esfuerzan. Después de todo, como sabemos, una planta sana produce una cosecha mucho mejor que una débil y enferma.

Esta receta familiar para cuidar plántulas será útil tanto para principiantes como para jardineros experimentados.

Con frecuencia, especialmente entre los jardineros novatos, se produce un exceso de riego en las plántulas. Esto es aún más problemático cuando ocurre en plántulas jóvenes.

Durante su crecimiento, pueden “congelarse” o volverse susceptibles a enfermedades fúngicas. Si esto sucede, coloca algunos granos de hidrogel en la tierra, que absorberá la humedad excesiva.

Repite este procedimiento. También puedes poner servilletas de papel secas sobre el suelo encharcado, que ayudan bastante a eliminar el exceso de humedad.

Intenta ubicar las plántulas en un lugar más cálido; una manta térmica comprada ayuda mucho a secar la tierra.

Vermicompost y ácido jantálico
Nuestra familia ha utilizado estos componentes desde finales de los años 80, y son los mejores aliados para cultivar plántulas fuertes. El vermicompost es, en general, muy versátil.

Se puede agregar generosamente a la mezcla de tierra para las plántulas, esparcirlo en las macetas a medida que las plantas crecen, y el té de vermicompost es lo mejor que se les puede dar a las plántulas en cualquier etapa de su crecimiento.

El ácido jantálico, por su parte, ayuda a las plántulas a crecer fuertes y sanas, incluso en condiciones inusuales en casa. Rocío las plántulas con jantálico 2-3 veces durante su período de crecimiento en la ventana.

Para ello, disuelve un cuarto de gramo de polvo de jantálico en 1 litro de agua, y rocíalas y riega las plantas.

Dado que en la mayoría de los casos las plántulas tienden a estirarse, a pesar de diversas iluminaciones suplementarias y otros trucos, propongo un método interesante para combatir esto.

Al trasplantar, llena un poco más de la mitad de la maceta con tierra y vuelve a plantar las plantas. A medida que crecen, añade tierra mezclada con vermicompost.

De este modo, se formarán nuevas raíces, lo que significa que las plantas serán más fuertes y las plántulas no se estirarán como bambú.

Este método tiene otra ventaja: al agregar tierra, el crecimiento de las plántulas se ralentiza un poco, ya que continuamente están desarrollando nuevas raíces.

El estiramiento de las plántulas de tomate generalmente no ocurre tanto por falta de luz, sino porque la temperatura del aire por la noche es demasiado alta.

Las plantas fuertes se obtienen a temperaturas bajas, por encima de cero, durante la noche. Por supuesto, esto es bastante difícil de lograr en un apartamento, pero he encontrado una solución.

Por la noche, llevo las plántulas a la cocina y apago el radiador. El aire se enfría rápidamente a 18-20 grados, y las plántulas no se estiran.

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