Las orquídeas son famosas por sus grandes y hermosas flores. Pero quizás te estés preguntando cómo lograr la floración más abundante posible. En realidad, no necesitan ningún fertilizante especial.
La orquídea crecerá y florecerá durante mucho tiempo si sigues estos consejos:
Toma una botella de plástico de 5 litros y corta la parte superior para hacer una tapa.
Con un soldador o un clavo caliente, haz varios agujeros en esa parte con la tapa.
Saca la orquídea del sustrato, enjuágala y revisa las raíces.
Si es necesario, corta las raíces secas o muertas con una herramienta afilada.
Llena la parte de la botella con la tapa con arcilla expandida.
Planta la orquídea y luego llena el resto de la parte superior con más arcilla expandida para que se mantenga estable.
Vierte agua de manera que la parte superior con la orquídea quede sumergida. El agua se elevará automáticamente hacia las raíces, que buscarán alcanzar la humedad.
Este es el entorno ideal para la orquídea: no se derrama agua, pero se mantiene una humedad constante.
¡Tu orquídea florecerá abundantemente!
Recuerda cambiar el agua cada vez que se ensucie. Si deseas fertilizar la orquídea, usa un fertilizante líquido. ¡Buena suerte!